Hay muchas razones por las que una banda puede cancelar su esperada y anticipada presentación. Entre ellos se encuentran problemas de salud, conflictos entre los integrantes, malos tratos por parte de los promotores de eventos, fallas en logística… ya saben. ¿Pero qué tal les parece cuando una banda cancela su participación en un festival por razones morales y visión política?
Nekrodeus es una banda austriaca que se autodenomina como black/death/crust, y de verdad su estilo es bastante curioso. Su sonido es sobrecargado y sucio, no temen agregar hasta los ritmos de d-beat y bajo distorsionado estilo Aus Rotten. A veces el ritmo de la música se ralentiza hasta casi doom, luego se acelera hasta el clásico black, y todo en una sola canción (lo que ya es mucho para ser una simple banda de crust). Si esta descripción les intriga, les recomiendo darle una escuchada a su álbum más reciente llamado Asbest.
Pero regresando al tema: hace una semana la banda lanzó un comunicado, generando polémica de un tamaño más grande que su fama musical. Programados para presentarse en el festival Kaltenbach Open Air en Austria, los músicos decidieron bajarse del line-up con un mensaje público, citando:
“Después de pensarlo por mucho tiempo, llegamos a la conclusión que Nekrodeus no se presentará en la próxima edición de Kaltenbach Open Air, porque no compartimos valores morales y visiones políticas con algunas bandas anunciadas en su line-up. Agregar a estas bandas fue la decisión tomada por la organización del festival, y ahora nuestra decisión es de no participar. Gracias a todos los que nos apoyaron, ¡abrazos!”

Viendo el alineamiento del festival podemos suponer cuales bandas no les gustaron a Nekrodeus. Muchas de ellas, aunque tienen cierta fama y están rodeadas de polémicas, se presentan cada rato en México y otros países latinoamericanos. En lo personal, tengo sentimientos encontrados respecto a su declaración. Por un lado, muchos de nosotros ya estamos cansados de la cultura de cancelación y de gente que quiere restregarle su superioridad moral en la cara a los demás. Este cansancio se nota entre palabras de la comunicación que dio el festival al respecto de la situación. Aquí está la versión un poco recortada:
“Dado que nuestro anuncio veraz sobre la cancelación de la banda Nekrodeus ha provocado reacciones acaloradas en los últimos días, queremos dejar claro que esta decisión y las razones mencionadas en el comunicado oficial de la banda (por favor, véase más abajo) deben ser respetadas, aunque no necesariamente podamos entenderlas.
Nuestro objetivo siempre ha sido, con nuestra programación versátil, reunir los estilos más diversos del metal y también a diferentes grupos de fans, para poder celebrar juntos en un festival de géneros cruzados.
[…]
Por supuesto, el metal abarca diferentes espectros y puntos de vista, pero no está de más mirar más allá de lo propio y respetar otras opiniones, incluso si no siempre se está de acuerdo con ellas.
El Kaltenbach Open Air siempre ha defendido la diversidad musical e individual, y esto no cambiará en el futuro. Damos la bienvenida a todos los que quieran disfrutar de unos días de metal, pero también queremos dejar claro que cualquier forma de extremismo político o intolerancia no tiene cabida en el K:O:A.
En principio, no queremos ni vamos a participar en los debates en curso, pero si en varias declaraciones se nos acusa de falta de profesionalismo y desvergüenza por transmitir de manera objetiva un cambio en la programación, nos parece un tanto extraño. ¿Se supone que los hechos deben ocultarse solo porque puedan ser incómodos? Cuando ocurren cancelaciones por enfermedad, problemas de tráfico, vuelos perdidos, etc., se comunican. Entonces, ¿si la cancelación ocurre por razones políticas y morales citadas, debería mantenerse en secreto?
[…]
En resumen, lamentablemente, una banda que valoramos ha cancelado su participación en la próxima edición del K:O:A por las razones mencionadas y, por lo tanto, presentaremos una banda de reemplazo en los próximos días. En nuestra opinión, no hay razón para el odio ni para el abuso mutuo.”

Primero, esta comunicación me pareció muy profesional. Los festivales mexicanos, grandes y pequeños, tienen mucho que aprender de ellos. No escondieron nada, no echaron culpas a los demás, al contrario, su comunicado es asertivo y transparente, refleja el punto de vista de la organización del festival, también transmite el respeto a la banda y su decisión.
Aunque la postura del festival resuena conmigo, no puedo negar que también entiendo la decisión de la banda. Más aún, no puedo hacer otra cosa que aplaudir su valentía por rechazar una participación que podría haber sido un gran impulso para su carrera musical. En México no solo a los organizadores de los festivales les falta profesionalismo, también a muchas bandas, incluso internacionales y nada pequeñas, les faltan huevos y autoestima. Aquí en Portazo podemos nombrar varias bandas emergentes defendiéndose ante los malos manejos, falta de respeto y falta de pagos, hablando abiertamente de lo que está pasando atrás de la cortina roja de un festival.
Aún así, es más común escuchar de las bandas quejas que involucran su tiempo y dinero más que sus valores morales. Quizá, si una banda pequeña como Nekrodeus puede cancelar su participación en un festival para defender sus valores morales, ¿algunas bandas podrían negar la participación en un festival de mala fama? Imaginemos un festival hipotético, organizado con muchas mañas, con los recursos de dudosa procedencia, por la gente que ha engañado muchas bandas, negocios y fans. Me parece que la participación en un evento así también podría afectar su reputación, aún más que compartir el escenario con unas bandas “polémicas”.
Pero dejamos aparte el mundo de fantasía. ¿Que opinan sobre este incidente? ¿Cuáles de las bandas anunciadas, en su opinión, espantaron a Nekrodeus? Y no olviden a darle una oportunidad a su música, que la verdad no les decepcionará.